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viernes, 27 de mayo de 2011

Palabra que florece


Más que imaginación
la palabra crea
y en matices colorea
azul violeta en el corazón

Crea flores de la nada
transforma el plomo en oro
crea un astro
y ramas de jacarandá

Un prístino jardín
de dalias y orquídeas
que nace del hálito de las palabras

apacible aire cual fénix sin fin

Copyright © Irvin Guiovvani García González

jueves, 13 de mayo de 2010

Confesión.

Eran las diez con quince al llegar no la vio y pensó que seguramente ya se había ido después recordó que la noche anterior el primero había pasado al billar y pensó que el habría llegado ahí aproximadamente a las diez y media, quería ir a caminar tal vez tenia suerte y se la encontraba caminando por las calles sin rumbo fijo, sintió un poco de miedo se dijo así mismo que si el se movía de ese lugar probablemente ella podría llegar y cuando el regresara ya no la iba a encontrar ahí, así que solo prefirió quedarse en el mismo banco rojo de aquel parque por si ella volvía lo relacionara de inmediato y así sería casi imposible que no lo recordara pensó el, ya que eso había ocurrido la noche anterior además era el único que estaba solo, todas las demás personas iban acompañadas por un perro, sus novios, sus amantes o por amigos y fueron ellos los únicos dos que iban solos la noche anterior, y pasaron los minutos y no veía a nadie con cabellos negros elegantes, soplaba el viento del levante, a estas alturas de la noche ella no regreso pensó.

Lo mismo paso durante días hasta hacerse una semana cada día el se iba puntualmente para poder volver a encontrarse con ella, pero sin existo, había comenzado a desistir se sentía cansado de fracasar todas las noches, incluso llego a pensar en la idea que ella solo fuera producto de su imaginación pero se negó a aceptar esa idea, la voz había sido real, todo había sido real para el.

En un fin de semana tuvo la invitación de ir con unos de sus amigos a embriagarse toda la noche, caía en día de paga así que tendría el dinero suficiente como para beber hasta muy noche quizá hasta el día siguiente, a la fiesta llegaron personas singulares parecían extraños como sino fueran amigos de nadie y por equivocación habían entrado a la fiesta hasta que alguien se levanto y los saludo, cómo sino los hubiera visto por años habría sido Joab quién se levanto a recibirlos con un efusivo abrazo y pensó quién sea amigo de Joab es mi amigo.

En aquella fiesta se tocaron temas poco comunes ya que siempre que el estaba ahí había buenos temas que debatir, platicas interesantes quiero decir, relato lo que le había pasado la semana pasada y alguien dijo.

-Fue solo una casualidad no entiendo tu agravio, por que seguir pensando en lo que ocurrió.

Sabía que en está vida no existe casualidad alguna, algo estaba haciendo mal el para no encontrarse con ella una vez más, solo se limito a contestar que “Las casualidades existen para los que no están preparados para los encuentros que la vida nos tiene preparados” iba subiendo el calor que la embriagues provocaba y comenzaron a cuestionar su miedo, el miedo que el había sentido hace una semana, le repetían.

- ¿Por qué tu, si hablas de valentía te acobardaste y no levantaste la mirada?

Esas palabras fueron un balde de agua fría, pues el seguía sin entender lo que sentía, solo contesto que por momentos la vida nos dice que en realidad no sabemos nada y siempre existe un nuevo horizonte que explorar y yo explore mi propio encuentro, mi propio miedo.

Él había librado temas más complejos sabía de historia y filosofía incluso la Biblia leía, pero ninguna platica se le había hecho tan difícil cómo la de esa noche, había sentido en más de dos ocasiones un leve mareo y su mano derecha temblaba producto de la acalorada platica que lo ponía nervioso haciéndole recordar su tic particular que más que nervios era más bien aquel miedo que lo carcomía, pasó mejor a recostarse sobre el pasto y pensó.

- Si el cielo fuera como el río que reflejaba la belleza de narciso, así yo podría verla a lo lejos y salir corriendo a encontrarme con ella.

Alguien tocaba la puerta y el se dijo con fastidio.

- ¿Más extraños?

Pensó con una sonrisa dibujada sobre sus mejillas enrojecidas por el alcohol que había consumido.

- Quizá podría ser ella y sonrío también, pensó en las probabilidades que existían para que fuera ella, tenía como base el recuerdo que aún guardaba frente a sus ojos, su aspecto no era cómo el de una persona que le guste salir hasta muy noche, sería imposible que fuera ella.

Así que solo se volvió a recostar en el pasto, seguía pensando en ella y se imaginaba un mundo lleno de locos, las personas solo sonreían, los niños nunca paraban de jugar un mundo compartiendo con ella dónde era aún más feliz, la traía a su mente como enamorado, tenia ya en cada segundo su figura en sus pensamientos, se había olvidado del sabor de la bebida y casi podía saborear la dulzura de sus labios, llego a sentir incluso la piel frágil de su enamorada.

A lo lejos se escuchaban voces y era la de Joab y alguien más pero le era desconocida esa voz, el no se inmuto a levantarse para ver quién era después de todo el ya había sacado sus conclusiones era imposible que fuera ella.

La vida no le hizo esperar más la sorpresa que le tenía, era ella y caminaba justo hacia el con Joab en compañía, hablo rápidamente con su corazón y su corazón le dijo.

- Es ella, con apuradas pulsaciones de corazón así supo que era ella.

Joab le hablaba a el a lo que el de inmediato atendió a su llamado, mientras Joab hablaba el solo podía ver una sola cosa y era la belleza de esa mujer que tenia una vez más la oportunidad de tenerla frente a sus ojos.

Ella se presento como Dana junto con su significado que era Justicia a lo que el asistió con su nombre Dan junto con su significado Aquel que es Juez, su presentación fue apabullante, devastador peor que dos hoyos negros entrando a una sola galaxia, aún más fuertes que los estallidos que debieron haber producido las explosiones de fuego en Sodoma y Gomorra.

Joab no paresia muy contento con ese encuentro pero se tomo poca importancia sobre ese acontecimiento después de todo fue el mismo quién les quiso presentar a todos sus amigos a su hermana en especial a Dan, pero que iba a saber Dan que Joab fuera el hermano de aquella mujer de piernas perfectas y aún así sabiéndolo no existiría fuerza humana capaz de separar la mirada de aquel personaje perfecto, de aquellas piernas perfectas quizás buscando algún par de hombros anchos y fuertes dónde descansar.

Dan yacía como enamorado, el sabía que era correspondido pues aquellas miradas no fueron solo miradas, fue el singular idioma de la vida que pocos logran escuchar, esas señales serían imposibles de ver solo con los ojos, haría falta ver desde el fondo de nosotros, justo con el corazón y Dan sabía de todo eso, el estaba seguro que era correspondido su corazón latía más fuerte cuando escuchaba la voz de Dana que el mismo viento le traía cada noche después de ese día...


I. G.


Copyright © Irvin Guiovvani García González

miércoles, 7 de abril de 2010

Labios de aire

Por que mis labios son del aire mantenlos hoy junto a los tuyos,
que tus labios hoy son sin dueño, y menos míos.

Hoy que la luna nos sonríe y el cielo no, nos llora;
por ti por mi, por el ahora.

Que el mañana el hoy lo socorra con una fuerte aurora
con pasión y con encanto
quédate aquí y ahora,
ya que el mañana, el hoy nos lo borra.

Y si tal vez en el mañana la luna nos sonríe y el cielo nos llora.
quédate en mi mente que de ahí nadie te borra.


I. G.


Copyright © Irvin Guiovvani García González

sábado, 16 de enero de 2010

Estancias del deseo, la lujuria y la pasión

Es verdad que después de las mil tormentas del ayer te espere sin importar que faltase una gota o sobrara una gota de aquellas tormentas, aún en el grito desesperado del silencio que provoca mi agobio y mi mal estar, no existió momento en el que diera marcha atrás y olvidara las promesas de las que un día te hable así fuera en ese momento el objetivo poder cumplirlas sin ningún retraso, sin ningún prejuicio y sin algún problema que me lo impidiese.

Es mentira lo que hoy se tiñe de color gris no dejando ver las gotas azules de una lluvia en la tarde con arco iris, es mentira mi vehemente frustración, mi sentimiento de miseria y mi depresión psicológica, pero es difícil saberlo cuando un sentimiento de agobio corre por mis venas con algún tipo de sensación de coraje inexplicable haciendo parar por momentos mi corazón no dejando escuchar lo que el tiene para mi, mi corazón no habla y no habla para mi.

Yo se bien que el tiene algo que decirme, pero el no habla para mi, no hoy, tal vez mañana o en algún otro día, pero se ve bien que hablara y pronunciara primero tu nombre, hablara de la oscuridad tal vez hablara de soledad y por mucho tiempo me hablara de felicidad en su mundo insondable dónde el conoce de secretos, sentimientos y de miedos, ese corazón que hoy calla sabe bien que después de todos esos miedos, sentimientos y sus secretos no ha dejado de latir a ciento veinte pulsaciones por minuto al escuchar tu nombre, por verse completado en un sueño dónde el aire, el agua, el fuego y la tierra ha dejado de arrastrar tu nombre hacia el y verse aún lado de ella compartiendo más que unas simples palabras, más que dos extraños mirándose a los ojos firmemente, más allá de dos amantes cegados dónde refina la pasión, quizá sea hasta más que simple amor, esto ya no es amor, tampoco es obsesión va mucho más allá, el que habla en oscuridad lo sabe bien y el habla para si mismo en su mundo de reflexión y de palabras rebuscadas, en su mundo de conocimientos infinitos en el lugar dónde para el no existe frontera o palabras que describan sentimientos profanos.

“El se ha dicho una y mil veces no entender el amor de los hombres, el se ha dicho una y mil veces entender el amor y presume muchas veces por su álter ego conocer sentimientos casi divinos”

El se ha escuchado gritarse interiormente también me ha gritado a mi y por simples razones extrañas siempre es un mismo nombre, una misma sombra, una misma silueta, una misma persona con diferentes ropas, en diferentes momentos pero muchas veces más completamente desnuda vestida por la luz de la luna llena quitándole importancia a las diferentes ropas a aquella silueta y a sus distintas sombras haciendo nacer fuego entre la luna haciendo casi siempre menos la belleza de los cielos por el color de sus cabellos a veces casi cómo alguna luz infernal, o una luz de alguna divinidad.

“Ese corazón dónde nacen las estancias del deseo, la lujuria, la pasión y el amor, ama por la declarada voluntad desatada por espasmos de felicidad, ese corazón que le gusta también ser participe del caos, a el que le gusta llevar por bandera de profeta y marcado en la frente el valor de vida eterna por el encanto de un verdadero amor, que como ayer ha hoy sigue siendo el mismo nombre y la misma persona”

El sabe bien que para asegurarse de que su bandera ondeé en los más alto con una gran victoria tiene que asegurarse que el sentimiento ha dejado de ser paso por alguna opinión o alentar a algún prejuicio racional y consagrar la degradación de un sentimiento real de felicidad ya que sabe un poco más que bien que ser débil no implica quien no tiene fuerzas en sus músculos, sino débil es quien no tiene fuerza de voluntad para conquistar lo imposible en esté mundo en el que todo el tiempo es un solo dolor y las muchas voces a la vez acostumbradas a atravesar a las más fuertes armaduras del corazón, conquistados por miradas y pasos de desconocidos desesperando y aterrando al del débil silencio, débil armadura del corazón y a quién se le ha escapado la voluntad por las tuberías de un cuarto desconocido, el me lo ha dicho a mi, pero hoy no quiere hablar conmigo y se bien que “esas voces que comienzan a susurrarme al oído y otras veces gritándome, y esa mi locura que escupe mi razón” no son más que llamadas de atención, haciéndome voltear y acomodar una que otra pieza que se ha enterrado por un lado de mi corazón, no es más que algún miedo psicológico, que nunca debería estar ahí pero más sin embargo lo está, recuerdo haber escuchado a mi corazón que algunas veces los tramites que el hombre profano acostumbra realizar que a veces lo divino es tocado por la miseria de lo profano, y es de propios y no de extraños el poder verlo y realizar esos tramites con más que una simple frente en alto, con paciencia, con encanto y amabilidad, ya que como nos comportemos del mismo modo las cosas se pueden hacer más claras o más pañosas -Como te acostumbras a formarte en fila, así la vida te sonríe y es generosa- Si te saltas los lugares que no te corresponden probablemente al que se quede en tu lugar la vida le dará doble por esperar y ser paciente y además le sobran alegrías por aquel aventurado que prefirió brincarse algunos lugares.

I. G.

Copyright © Irvin Guiovvani García González

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