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miércoles, 15 de septiembre de 2010

...Historia

Esto que te prometo




Más que promesa




Es una proeza




Estos poemas, más que poemas




Más bien son teoremas,




Teoremas que te grito




Con mi último aliento




Que no te vayas




Ni te quedes;




Solo, solo…




... Que está historia se siga escribiendo



domingo, 25 de julio de 2010

El problema

El problema no es tenerte,
sino recordarte cuando estás ausente
el problema no es que vengas
el problema es la nostalgia
que se baña de melancolía
cuando te vas.

El problema no son mis pensamientos,
sino los sueños y tus besos,
que llenan mis sueños con tu realidad
y tu abrumanté fragilidad.

El problema no es tu sazón de dama
sino la llama de las velas
cuales centinelas
que poseen tu alma.

I. G.

Copyright © Irvin Guiovvani García González

martes, 22 de junio de 2010

Sollozos gemidos

Ella me da alas para después volar por su entre pierna, viajar de un lado a otro hasta llegar hasta su espalda desdibujarme por segundos, y dibujarme dentro de ella por un momento eterno, mientras ella acaricia mi frente con sus manos o juega con mis cabellos. Humedeciendo mi cuello con besos de ternura sabor a miel.

Murmuro en oración su nombre, para ella romper el silencio en ecos lentos exhalando los sollozos gemidos de rosas y placer, pintando entre sus mejillas la sonrisa floreciente de quién ha pecado y yo dócil me rindo ante su pecho estremeciéndome por el olor a cirios de su sexo.

I.G.


Copyright © Irvin Guiovvani García González

miércoles, 26 de mayo de 2010

Si te olvido.

Si el olvido llega a la puerta que se acompañe de recuerdos, que se mantenga viva la imagen de los besos y el adiós, que se corresponda por una vieja pasión y un corazón con rosas y espinas puntiagudas, con labios de pecados y una casa olvidada, con laberintos cómo tu cuerpo sabor a vino tinto.

Y todo esto si te olvido me voy sin sabor a amargura, y si te olvido me voy con dulzura con sabor de un champán francés, con muchos cielos y muchas noches, acompañado con un nuevo amanecer, buenos días y un café.

Y si me voy, me voy cantando las canciones de Serrat, apreciando mucho más a Sabina, cantando cómo un poeta, y llorando cómo un niño pidiendo a su mamá, si de pronto unos días sean años, canta y cae rendida en el misterio de un sueño que ahí me encontraras cómo tu amante más letal.

Copyright © Irvin Guiovvani García González

jueves, 13 de mayo de 2010

Él que ama.

Quién no ha visto el día marchitarse en el ocaso que este produce, quién no ha visto fijamente esa luz que se apaga en los ojos de la dama que le acompaña en los pasos de su vida, quién no se ha creído más grande que el propio universo, quién no ha pensado en haber encontrado la forma de detener el día y no dejar que la noche caiga.


¿Quién de verdad evito que en los ojos de aquella bella mujer, esa luz se mantuviera prendida, aún después de mil tormentas, aún después de aquella dura desilusión, por ver terminar aquello que se palpa como relativo?


Quién más, sino, quien de verdad ama.


¿Y quién es ese que en verdad ama?


Quién finalmente tiene lo que por naturaleza le pertenece, quién no se perdió en noches de desolación, quién no gano ni perdió, solo entrego, el que ama, quién no se hecha al olvido y se entrega a la desgana, el que no promete para quedar en paz, sino el que tiene paz y por eso promete, el que tal vez sabe que siempre existe otra forma de expresarlo o decirlo.

Y por eso escribe.


I. G.


Copyright © Irvin Guiovvani García González

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